viernes, 31 de diciembre de 2010

NOS DAN LAS UVAS

Cuando algo o alguien se demora demasiado solemos aplicar la frase hecha: Nos dan las uvas . Podríamos señalar sin temor a equivocarnos, que para ver el final de esta crisis nos van a dar las uvas. Pero no las uvas del día 31 que desde los últimos años se viene desencadenando una pugna televisiva a ver qué cadena consigue mayor audiencia; para ello recurren a personajes con gancho, como Belén Esteban el pasado año y, el presente, fichando a tres bellezones (Carbonero, Rubio y Fernández ).

El momento de las uvas ya no es lo que era, cuando nos poníamos ante el televisor con las uvas ya peladas, huérfanas de pipos y con el mosto resbalando por las manos, esperando ver aparecer a Ramón García con su capa apolillada, por los años. Sólo importaba el momento solemne de las doce campanadas mientras, medio atragantados, los miembros de cada casa pedían un deseo tras otro, en medio de alguna que otra carcajada. Ahora importa el espectáculo, las presentadoras vistosas. Son otros tiempos. Por lo demás, las cadenas innovan poco a la hora de ofrecernos su espectáculo enlatado, un refrito de actuaciones de cantantes famosos, que, a veces, aparecen en todas las cadenas a la vez.

Por unos instantes, nos olvidamos de todo lo pasado en el año: de crisis, hipotecas, escándalos financieros o políticos, del vecino impertinente y hasta de la subida de la luz. Durante los segundos en que suenan en toda España las doce campanadas, nuestra mente sólo tiene espacio para pedir que se hagan realidad nuestros deseos mientras intentamos acompasar la ingesta de la uva con el sonido de la campana.
Seguro que adivinamos las peticiones de algunos como: que terminen las inundaciones (los ecijanos) se remedien las relaciones España--Marruecos (diplomáticos), que terminen las guerras (los soldados), se ponga fin al narcotráfico (los mejicanos), que las declaraciones de WikiLeaks no tengan consecuencias negativas para su gobierno y se extermine el terrorismo integrista islámico (Obama ), y Virgencita que me quede como estoy (Zapatero ). Casi nada.

Para conseguir todo esto nos van a dar las uvas.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD




"El mundo es un libro hermoso,
aunque inútil para el que no sabe leerlo".

(Carlo Goldoni)


¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2011!

Con nuestros mejores deseos.

sábado, 11 de diciembre de 2010

ENCAMISÁ, FERVOR Y FIESTA


No importa que sean creyentes o no, no importa la clase social, edad, sean ejecutivos, o trabajadores en paro. Esa noche todos son iguales, todos están hermanados por un sentimiento de religiosidad, fervor, de amor a la Inmaculada, representada en el Estandarte que recorre sus calles en la noche del día 7 de diciembre. Se mezclan: el fervor de todo un pueblo, aferrado como pocos a sus tradiciones; el orgullo del portaestandarte, que por una noche, única en su vida, se siente protagonista por haberle tocado en suerte llevar el Estandarte de la Virgen montado en un caballo, cubierto con la sábana finamente bordada, adornada con puntillas y con la imagen de la Inmaculada en la espalda; la constancia de los escopeteros que aportan las salvas e impregnan el ambiente del olor a pólvora representando los arcabuces de la batalla que se conmemora; los jinetes a caballo, portando un farol, que se sienten soldados de los Tercios de Flandes, o de la batalla de Pavía, no importa el lugar, importa que, según la leyenda, unos cuantos torrejoncillanos estuvieron allí, invocaron a su Virgen, ganaron la batalla y al llegar al pueblo e ininterrumpidamente, han venido saliendo a caballo durante horas, en procesión, desde hace siglos hasta hoy, para agradecer a la Patrona su ayuda por vencer en la batalla. No les importa la lluvia ni el frío. Los encamisaos son los verdaderos artífices de la fiesta; las mujeres y niños que animan la procesión con sus vivas, ratificaron su amor a María días antes con la ofrenda de flores, luciendo el bello traje típico torrejoncillano, adornadas con el espectacular pañuelo del gajo De todas las gargantas salen esa noche los vivas hasta quedarse roncos, nadie oculta su emoción y su fe.

Antonio Moreno abrió el calendario de la fiesta el sábado con su pregón sencillo y emotivo, nacido del corazón. Para el torrejoncillano elegido como pregonero, siempre es un orgullo.

Todo el pueblo participa y colabora con los Paladines de la Encamisa, patrocinadores y responsables de que la fiesta se perpetúe, En cada calle y plazuela se reviven las tradiciones de quemar las jachas (gamonitas) y encender las joritañas (hogueras) para protegerse del frío mientras se echan los vivas desde los balcones y plazuelas.

La gente espera con emoción la salida del estandarte a las diez en punto de la noche, y la entrega del mismo al acabar la procesión. En esos momentos, la plaza es un enjambre de sábanas blancas tapizando el suelo de la plaza.

Más tarde, forasteros y locales degustan el típico coquillo a la entrega de los faroles.

Ha terminado la Encamisá pero desde el día siguiente, Paladines o mayordomo empiezan a pensar en el año que viene, a la espera del mes de diciembre para festejar, con igual o más esplendor su fiesta en honor de la Inmaculada.

ROSA LÓPEZ CASERO

viernes, 10 de diciembre de 2010

Susana y los hombres de José María Pagador

Acabo de terminar un libro de relatos muy recomendable: Susana y los hombres, de José María Pagador, un escritor y periodista extremeño.
El libro es de la colección Vincapervinca.
Contiene quince relatos, algunos de ellos, como el primero: La mesa inglesa de roble, te dejan un regusto poético.
Un libro que me ha seducido y que sin duda recomiendo.

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